“¿Te puedes creer lo que me dijo?” “¿Quién hizo eso?” “¿Esa celebridad engordo?” ¿Has estado alguna vez en una conversación en la cual has dicho cosas negativas sobre alguien? Seamos realistas, todos nos hemos metido en conversaciones secretas para culpar a alguien, comparar y juzgar para sentirnos mejor.

Si también te has burlado has sido víctima del cotilleo. En algún momento, nos damos cuenta de que estas conversaciones nos quitan energía, esta es una señal de que estamos bajando nuestras vibraciones, las vibraciones de otros, y por ultimo están dejando una impresión energética negativa en el mundo. Debemos tomar responsabilidad por la energía que ponemos al buscar una forma de tratar el drama sin absorber negatividad.

Aquí te presento 5 pasos para evitar ser arrastrado en el cotilleo:

1. Recibe el cotilleo en silencio.

Antes de engancharte en un cotilleo pregúntate a ti mismo si de verdad tienes todos los hechos para formar una opinión inteligente sobre esa conversación. Si la respuesta es no, entonces recibe el cotilleo en silencio. No animes a las personas a caer profundamente en su remolino de negatividad porque también te absorberá a ti.

Cuando nos defendemos o discutimos, incluso con intenciones honorables, nos alimentamos del drama. Alguien que busca ser negativo está buscando alguna reacción independientemente de que estés de acuerdo o no con ellos. Al permanecer en silencio, ellos percibirán la señal de no estar alimentándote con la conversación y cambiaran de tema. Si no lo hacen avanza al segundo paso.

2. Escucha con atención.

Si están obsesionados con el tema, escucha con atención e intenta entender porque han sacado este tema. Debajo de cada opinión firme hay falsas emociones que dictan nuestra posición.

Para cambiar los pensamientos negativos, debemos ir por debajo de la superficie, a la raíz de la causa. Debemos entender por qué la gente está proyectando sus temores en otros y por qué están desplazando su atención en otra persona fuera de ellos. ¿Tienen emociones fuertes porque se sienten inseguros, ansiosos, indignos o celosos? Puedes estar seguro de que hay temores subyacentes cuando nos sentimos culpables, nos sentimos los jueces, y nos sentimos heridos. Pregúntate, ¿Están desahogándose con intención de liberar emociones negativas o para desviar la atención en otra persona?

Si están desahogando su negatividad y energía con la intención de liberar y dejar ir, la mejor cosa que puedes hacer es crear un espacio amoroso y sin perjuicios para que puedan hablar abiertamente sus verdades. Comparte algo edificante que les hará bien, a medida que se encuentren mejor y liberen su negatividad, cambiaran espontáneamente de tema y se animaran.

En ocasiones, una persona que es muy quejica no tiene ninguna intención de dejar ir. Esta cotillea porque le gusta quedarse atascado en el vórtice de negatividad y nada edificante le moverá a dejarlo, si es así, sigue el próximo paso.

3. Enfócate en las lecciones que hay para ti.

¿Qué se supone que debo aprender de esto? Algunas veces compartimos perlas edificantes y positivas de sabiduría y luego las derrumban con excusas. A veces nos frustramos con la persona por no querer ayudarse a sí mismo o nos aburrimos de la conversación.

En ese momento repasa tu enfoque. En vez de enfocarte en la lección que ellos deben aprender, pasa a enfocarte en la lección que tienes que aprender tú. En cada persona, cada relación y conversación en la que tropezamos, hay una oportunidad para crecer personalmente. ¿Qué debe enseñarte este encuentro? ¿Necesitas aprender a ser más tolerante, paciente, empático o compasivo? A veces se trata de permanecer simplemente cariñoso al lado de alguien que esta pasando por un momento duro en su vida.

Si realizas esta lección, estás llamado para aprender y si aún quieres ayudarles a salir de su malestar, avanza al paso más grande.

4. Crea una conexión con el alma.

Muchas veces nos olvidamos de que la conversación verbal no es el único medio de comunicación. Nuestra comunicación no verbal mediante la energía, presencia y vibraciones, puede ser más potente que nuestras palabras.

Cuando elevamos nuestras vibraciones y nos enfocamos en ayudar a otros, compartiendo positividad, estamos dando un servicio. Nos convertimos en un canal de energía divina y prevenimos la absorción de un bajo nivel de energía y dolor en otros.

Si tus palabras no funcionan, sé un ejemplo de luz. Trae adelante tu presencia y establece la intención para enviar vibraciones energéticas y edificantes. A medida que compartes tu energía, conecta profundamente tus ojos con el otro (la ventana al alma) y mándales energías curativas y pensamientos de amor, luz y fuerza.

Cuando estas irradiando positivismo y la otra persona está abierta a recibirlo, el o ella inconscientemente sentirá tus vibraciones positivas, esto curará o liberará la conversación. En este momento, si la otra persona esta tan desconectada de su alma y está muy metida en patrones negativos, sigue al último paso y recurso.

5. Honor y verdad.

Si tu silencio, palabras y elevada presencia no funcionan y la energía negativa es abrumadora, tu recurso final es excusarte amablemente de la conversación. Hay ciertas energías que no nos convienen. Escuchar tu malestar significa que estas honrando tu alma. No hay nada malo en alejarse para proteger tu energía si lo haces con la intención de continuar mandando paz, amor y luz desde la distancia.

En nuestro mundo, donde la parte negativa de la mente es nuestro defecto, no hay manera de evitar el cotilleo, debates, y conversaciones enfocadas en problemas. La intención es que una vez despertemos de los cotilleos, estas conversaciones ya no tendrán un propósito o resonaran en nosotros. Hasta entonces, protege tu energía elevando tus vibraciones, conectate a la corriente universal de energía y de amor y comienza a enviar esas vibraciones a todo el que te encuentres en tu camino.

Un abrazo,

Elías Berntsson

(Fuente: Tejal Patel – www.mindbodygreen.com)